Con el anuncio de la próxima expansión, World of Warcraft: Shadowlands, se nos abre una dimensión en cuanto a posibilidades. Muchas historias nuevas que pronto serán contadas y exploradas por nosotros, los aventureros de Azeroth. Para entender la importancia y trascendencia de esta nueva expansión es necesario analizar lo que significa cada zona y su profundidad en la historia. Vamos a viajar a las regiones que se encuentran en las Tierras Sombrías para conocer a sus habitantes y su historia.
Una breve anotación; las Shadowlands, o “Tierras Sombrías” según las crónicas del universo WarCraft escritas a mano de los titanes, eran conocidas como: “Reinos de pesadilla y de decadencia, planos espirituales laberínticos repletos de las almas de los muertos que han llegado del mundo de los vivos”. Las Tierras Sombrías también están vinculadas tangencialmente a Azeroth, pero mientras que el sueño representa la vida, las Tierras Sombrías representan la muerte.
Hay quienes creen que las almas mortales son atraídas a este lugar oscuro cuando mueren, permaneciendo allí para siempre. Otros esperan que sus almas lleguen a un lugar más brillante en lugar de languidecer por la eternidad dentro de los fríos confines de las Tierras Sombrías.
Las almas mortales que cruzan el velo entre la vida y la muerte son juzgadas por el misterioso “árbitro” antes de ser enviadas a uno de los reinos infinitos de las Tierras Sombrías, cada una gobernada por un poderoso Pacto. Cada uno de ellos con su propio papel único en su mantenimiento del equilibrio y la vida, y como no, de la muerte.
Ahora que conocemos un poquito esta dimensión al borde de la propia realidad, es interesante remarcar la existencia e importancia de unos seres llamados: “curanderos espirituales”. Unos extraños espectros que se encuentran entre mundos. Unos seres angelicales que se suelen encontrar en cementerios que antaño eran Val’kyrs, sin embargo, después de que Odyn fuera sellado en las Cámaras Del Valor por la propia Helya, la mayoría de estos seres casi etéreos se mantuvieron al margen y decidieron velar por el mundo físico y desde las propias Tierras Sombrías. Estos guías espirituales deciden cuando es la hora de que un alma mortal pase a las tierras de los muertos.
Cuando los guías espirituales muestran el camino a las almas, éstas cruzan el velo que separa la vida y la muerte. Aquí es donde llega el turno de los Kyrians. Los habitantes de Bastión conducen ese alma a Oribos para que pueda ser juzgado en consecuencia. La ciudad eterna de Oribos es el centro de todas las almas que se adentran en las Tierras Sombrías y en esta encrucijada, los muertos son juzgados por el imperturbable “Árbitro” antes de ser enviados a su destino final mientras sus habitantes intercambian rumores y ánima, una destilación del alma que otorga poder, y sirve como moneda.
Otra de las zonas que visitaremos en el reino eterno e infinito de las Tierras Sombrías es, como hemos comentario anteriormente, Bastión. En este lugar se encontraran quienes hayan llevado una vida de servicio y se dedicarán a la más honorable de las tareas; escoltar las almas hasta las Tierras Sombrías. Entre sus altas torres y sus brillantes y extensos paisajes hay desafíos que solo están al alcance de los elegidos. Bastión es una tierra de paisajes elisianos, cielos resplandecientes, agujas de fantasía y paisajes etéreos.
En Bastión encontraremos a sus nobles habitantes kirianos. Su disciplina y deber los obliga a salvaguardar las almas del reino de los mortales a medida que pasan a las Tierras Sombrías. Las almas que llegan a Bastión por designio del Árbitro no están listas de inmediato para asumir sus nuevos deberes como kirianos, si no que se convierten en “aspirantes”. Básicamente son kirios sin alas que pasan eones entrenando, meditando y reflexionando sobre sí mismos a través del combate y otros medios para deshacerse de sus cargas.
Los seres autómatas alimentados por ánima son denominados centuriones y son responsables de entrenar mentalmente a los aspirantes kirianos. A medida que consiguen eliminar sus cargas de vidas pasadas, las manifestaciones físicas de sus pensamientos atormentados se expulsan de sus cuerpos. Es de extrema importancia que el kiriano consiga derribar y anular estas manifestaciones para purgarse y alcanzar la trascendencia ya que de no hacerlo y no conseguir completar las pruebas, el aspirante no podrá completar el rito de trascendencia y se convertirá en un ser de oscuridad. Se marchitará hasta el punto de convertirse en un “Jurado”
Los aspirantes que superan sus pruebas se ganan el enorme honor de convertirse en uno de los “ascendidos” y puede por fin reunirse junto a Arconte; un ser alado líder de los kirianos y uno de los primeros kirios. Cuando llega este momento, se preparan para una eternidad de servicio como Val’kyr, curandero espiritual, u otro camino honorable como los anteriores.
Las Tierras Sombrías sin duda son un lugar muy curioso pero que al igual que otras regiones deben ser protegidas, por lo tanto, necesitan una fuerza militar para que así sea. De esto se ocupan los Necrolords o Necroseñores. Se encuentran en la zona de Maldraxxus y representan el poderío militar de las Tierras Sombrías. Es el hogar de seres como nigromantes y abominaciones. Aunque siempre se les han señalado como seres malvados, sobretodo por la plaga, no todos en Maldraxxus son malvados. Las almas implacables y guerreras que nunca ceden y están dispuestas a luchar entre sí por la grandeza son bienvenidas aquí por los necroseñores. La mayor parte de estas almas son reformadas por los nigromantes y se les convierte en muertos vivientes, soldados que defienden las Tierras Sombrías de fuerzas externas y hacen la guerra a los enemigos de la muerte.
En Maldraxxus existe un brutal proceso de selección que ha creado una vasta milicia con una jerarquía tambaleante. El líder de toda la vida del reino ha desaparecido y cinco de los necroseñores más poderosos ahora compiten por el papel de avanzar en la causa de la muerte en todo el Cosmos. Maldraxxus además es el lugar de nacimiento de la magia nigromántica y el hogar de las fuerzas convocadas por el Rey Exánime y la plaga en Azeroth.
Sin duda el tema de los necroseñores y la zona de Maldraxxus es bastante curioso, pero pasemos a algo un poco más afable como es una zona de hecho repleta de naturaleza y vida, algo que podría parecer incongruente con las tierras de la muerte; Selvardien.
Selvardien es uno de los reinos de las tierras sombrías y el pacto que allí gobierna es el de los feéricos nocturnos. Es un bosque encantado y místico y un espejo oscuro del Sueño Esmeralda. Mientras que el sueño representa la primavera y verano del ciclo de la vida, Selvardien refleja el otoño y el invierno. Es un lugar de descanso e hibernación. Claro, al escuchar lo de un espejo oscuro del sueño esmeralda podríamos pensar que es algo malo, a la altura incluso de la Pesadilla Esmeralda, pero realmente esto está bastante alejado de la realidad; es una parte necesaria del mismo sueño esmeralda
En este lugar es donde los espíritus de la naturaleza son atendidos por las hadas de la noche, seres mágicos que recuperan el anima de las almas mortales y lo infunde en espíritus dormidos rejuvenenciendo así sus vidas. Gracias a este proceso renacerán en el mundo de los vivos.
Aquí es necesario hacer varios incisos. Antes pensábamos que Dioses Salvajes como Aviana o Goldrinn simplemente al morir iban al Sueño Esmeralda y allí rejuvenecían y conseguían volver a la vida, pero ahora sabemos que fue gracias a este lugar de las propias Tierras Sombrías. Además, el semidios Cenarius, hijo de Elune y de Malorne, pasó un tiempo recuperándose aquí después de su muerte durante la Tercera Guerra. Después volvió a Azeroth durante los eventos de Cataclysm.
Hay algunas partes de este reflejo del Sueño Esmeralda que no se encuentran sanas. Por ejemplo, el ejército de Drust y de Gorak’tul, que eran capaces de utilizar magia nigromántica junto a magia druídica, parece emanar de este mismo lugar. Selvardien ha sufrido mucho por la sequía de almas, mucho más que otro reino de las Tierras Sombrías. Por primera vez en una eternidad, la reina del invierno de los feéricos nocturnos debe elegir cuales de los antiguos bosques frondosos de su tierra y qué almas recibirán las últimas preciosas gotas de ánimas y cuales se desvanecerán, para siempre.
La última zona de los pactos que nos falta por comentar, es Revendreth, una tierra de agujas góticas y secretos oscuros, y a donde ninguna alma espera ser enviada. Las almas enviadas aquí por el árbitro tienden a ser orgullosas o tienen algún otro defecto que les impide servir en uno de los otros reinos, y vienen aquí para expiar sus pecados y, con suerte, ser redimidos. Ese es el deber de los vampiros Venthyr. Aunque el reino está mayormente envuelto en la oscuridad, hay partes de Revendreth donde la luz ha atravesado las nubes y chamuscado la tierra. Muchas de las almas en Revendreth son vulnerables a la luz y han sido encadenadas en estas áreas.
En Revendreth se encuentra el pacto Venthyr. Estos vampiros se deleitan con las almas de los orgullosos y los vanos en un reino gótico de opulencia y tormento. Las almas que llegan a manos de los Venthyrs no pueden estar simplemente olvidadas a su suerte en Revendreth, deben atravesar años de penitencia y reflexión, principalmente sobre la precariedad de sus existencias en vidas pasadas.
Todo esto es la historia conocida hasta ahora sobre las diferentes zonas, sus pactos y los seres que rigen cada zona. Y por supuesto, su propósito. Sin embargo, aún falta una zona por comentar; Las Fauces.
Las Fauces es uno de los reinos más horribles o incluso, el más horrible de entre la infinidad de las Tierras Sombrías. Este horrible lugar alberga las almas más viles e irredimibles que existen. Las almas que el árbitro considera una amenaza para las Shadowlands si se dejan libres viajan a este oscuro lugar. Las Fauces son gobernadas por el enigmático Carcelero que nadie ha visto o, al menos, ninguno lo ha hecho para después contarlo. Estas Fauces inspiran pesadillas y leyendas incluso entre los habitantes de las Tierras Sombrías.
Nadie ha escapado jamás de este lugar vil, a excepción, de previsiblemente; Sylvanas. En su centro se encuentra la Torre de los Condenados, Torghast, una prisión maldita de otro mundo donde las almas más malévolas del universo se mantienen encerradas. Las Fauces son, al mismo tiempo, la antítesis de Oribos.
En los últimos años algo ha ocurrido en la sombra y, de repente, todas las almas que entran a las Tierras Sombrías se vierten directamente a las Fauces. Como resultado, este lugar se hace cada vez más grande y poderoso, mientras que otras partes de las tierras sombrías se han visto privadas de ánima, la esencia del alma y comienzan a marchitarse.
Sylvanas Brisaveloz ha estado trabajando con el Carcelero durante algún tiempo y, aparentemente, ha estado perpetrando actos horribles para provocar grandes cantidades de muertes en el mundo de los vivos. Mientras alimentaba a las Fauces con nuevas almas con este maquiavélico plan, tanto ella como el Carcelero se han vuelto mucho más poderosos, potenciándose de la energía vital de las propias almas de los muertos.
Aquí finaliza esta aventura entre zonas, entre la historia que se nos presenta en World of Warcraft: Shadowlands. Espero que hayáis disfrutado de este primer vistazo. Y claro que sí, pertrecharos para vuestro próximo viaje hacia las Tierras Sombrías, que sin duda será muy emocionante y un soplo de aire fresco para World of Warcraft.