Blizzard ha presentado por fin la cuarta parte de una de las franquicias más icónicas de la empresa, Diablo IV, con un claro regreso a sus comienzos, bebiendo de un diseño artístico más cercano al Diablo II que a su predecesor y ofreciendo una estética mas visceral y opresiva, aumentando sus niveles de violencia y sangre como los seguidores más puristas del videojuego llevan pidiendo desde la salida de Diablo III.
El peso que Blizzard ha querido otorgar a la saga ha sido mayúsculo, quizá para contrarrestar el mal feedback que recibieron el año pasado al presentar la versión móvil, enseñando un tráiler lleno de oscuridad con una calidad que rompe cualquier esquema dentro de una compañía de videojuegos y presentando a la nueva villana, Lilith, que regresa por todo lo alto arrancando la primera ola de aplausos de la tarde.
Además, lanzaron un segundo vídeo donde aparecieron las tres primeras clases confirmadas, como ya se adelantó en la web, que son el druida, el mago y el bárbaro, así como hablaron del JCJ, que estará listo de lanzamiento.