Retorno a las raíces RPG en WoW Shadowlands

El retorno a las raíces RPG en WoW Shadowlands

World of WarCraft: Shadowlands promete muchas cosas. Como cualquier otra expansión, va a haber más por explorar. Más mazmorras, más bandas, más jugabilidad. Si bien apuesta por algunas mecánicas nuevas (Nuestro avance de Torghast, aquí), hay un cambio oculto a plena vista que en mi opinión es clave para un futuro sano para el juego. El retorno a sus raíces RPG en la expansión Shadowlands de WoW.

Torghast

¿Raíces RPG?

¿A qué me refiero con raíces RPG? Muchos de nosotros llevamos jugando al juego durante más de una década a estas alturas. Algunos, estamos haciendo las bandas en dificultades altas años y años. Esto significa que a veces nos olvidamos de cómo fue ese dulce e inocente inicio… Pero creo que resumiría la historia de cualquier jugador de World of WarCraft en sus inicios con suficiente exactitud como para sorprender. ¿Acaso no todos nosotros estuvimos maravillados por ese basto mundo? Esas verdes llanuras que parecían no tener fin, los acogedores valles nevados de Dun Morogh, los místicos bosques de Teldrassil o las hostiles y peligrosas zonas como Durotar o los Baldíos. ¿Os acordáis cuándo no sabíamos nada? No teníamos límite alguno en el juego, no conocer sus posibilidades, no conocer su endgame nos daba mucha mayor libertad de la que teníamos en realidad: El límite era la imaginación. Historias de espadas legendarias que salían tras horas pescando, extrañas criaturas que solo aparecían en momentos aleatorios del día, monturas únicas que en realidad nunca existieron dentro del juego. A cada uno nos enganchó algo. Y eso es a lo que llamo las “raíces RPG”. En esencia es lo que cualquier juego de rol ofrece, y World of WarCraft no es una excepción. El problema es que World of WarCraft es el único juego de rol que jugamos dieciséis años.

Narrativa en Shadowlands

Si bien nada nos va a devolver esa inocencia, y sería completamente impensable imaginar que Shadowlands trajera suficientes novedades como para abrirnos esa imaginación y tentarnos a horizontes infinitos, sí que hacen algunas cosas bastante bien. Para empezar, en mis aventuras en Bastión en Shadowlands sentí algo por primera vez tras años de juego casi apático. Sentí rabia, enfado, impotencia. Sentí el retorno de WoW Shadowlands a las raíces RPG. Porque la historia estaba lo suficientemente bien escrita como para evocarme esa reacción, lo cual a su vez me llevaba a ansiar saber más. ¡Me puse a leer textos descriptivos de objetos grises de misión! Hasta esos límites llegaban mis ganas de saber más, simple y llanamente porque… Me volvía a sentir en un RPG. Volvía a sentir una historia interesante a mi alrededor, aunque me evocara sentimientos negativos: ¡Eso es bueno!. Odié a los kyryanos y estuve completamente en desacuerdo con sus puntos de vista, lo cual me dio horas de discusión con la gente del chat de mi directo. Análisis, intentar entender los puntos de vista de todos los involucrados, pensar en posibilidades…

Nueva zona inicial

A eso le tenemos que mezclar una cosa aún más importante: Estoy seguro de que este texto en algún momento será leído por alguien que nunca pisó las colinas virtuales de World of WarCraft (¡Por extraño que suene! ¿Quedáis, personas así?). Para esa persona, que yo haya desconectado de la sensación de aventura significará poca cosa – la suya está a punto de dar su comienzo. Pero una aventura puede empezar de muchas maneras y, francamente, la manera que tenemos en Battle for Azeroth deja mucho que desear. Ni pies ni cabeza, ese inicio. Viajes en el tiempo, disparidad en la calidad de las campañas, todo acaba siendo un sinsentido para un novato. En Shadowlands, eso por fin termina. Y he de decir que la nueva experiencia de comienzo de juego… Me encantó. Conseguí, por un momento, olvidar esa década y pico de juego y sentirme de nuevo como un muchacho delante de un monitor CRT deseando que le cayera un objeto verde para sustituir ese blanco (¡O gris!). Sentí que volvía a ser un don nadie que parte de cero, un mero recluta que tiene que hacerse a la fama. Pensadlo: ¡No empezamos como un adalid! Ese sentimiento no duró mucho, la zona nueva no es excesivamente larga. Pero que yo lo sienta solo significa que alguien totalmente nuevo va a tener esos mismos sentimientos multiplicados por mil. Van por muy, muy buen camino con este cambio del sistema de subida de niveles. Además, cuando el nuevo recluta termine su entrenamiento, se irá directamente a la más que competente campaña de leveo de Battle for Azeroth (ahora subiendo de nivel del 10 al 50 allí). Es un cambio muy positivo frente a empezar en Cataclysm.

Conclusiones

En definitiva, en este pequeño texto quería expresar algunas de las cosas más pequeñas y aún más difíciles de colar en un trailer para su buena venta al público. Esas cosas que de verdad hacen especial una expansión, si continúan por el mismo camino. Esas cosas que me devolvieron las ganas de saber más. Cosas que harán el juego más disfrutable a incontables novatos recién llegados. Cosas, que implican el retorno de WoW Shadowlands a las raíces RPG.

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